- Un oso, un oso!- gritaba la polaca (P-23) acercandose al comedor. Alli estabamos todos empezando un plato de espaguetis.
- Donde?- gritamos todos al unisono.
- En el contendor de las basuras. Iba yo para alla a tirar una bolsa, distraida, y me lo encuentro a diez metros de mi, mirandome con una tostada en la boca.
No termino la frase y ya estaba todo el personal corriendo por el jardin en direccion a las basuras. Unos se fueron a las tiendas a coger la camara de fotos, volvieron, y se atrincheraron tras una de las defensas de troncos para ver y no ser vistos por el oso.
- Si, si, lo veo! - grito uno. Alli estaba el oso, rodeado de bolsas de basura rotas por sus garras, ocultandose como podia tras la puertecita del contenedor de madera, ahora hecha trizas.
Y alli estabamos todos. Con la boca llena de tomate y los objetivos en el ojo, al acecho de la mejor foto, como un grupo de paparazzis en la puerta de la Obregon.
El oso nos miraba de vez en cuando, como calculando el peligro que ese grupito de vouyeurs podia representar para el. Pero seguia con su festin, comiendo con sus dos patas delanteras y sentado en el suelo, como un senor.
En esas que llega Flo, un aleman pelirrojo hasta las pestanas que siempre va disfrazado de cowboy. Flo dificilmente habla, y su cara no ha conocido expresion alguna. Es dificil saber que piensa Flo cuando te mira con esos ojos de azul intenso rodeados de pelo rojo y pecas que no albergan mas sensacion que la de frio eterno.
Flo vino a Canada para trabajar aqui, en el rancho. Desempena diversos trabajos. Fue mi chef cuando yo era su pinche, fue el quien me enseno a ensillar al caballo, el que me enseno a vadear los rios montado a caballo, etc. A P-23 no le cae muy bien Flo. Yo le dije: "Hey, History is history" y ella se rio, pero no es por eso. Es porque su silencio y su rostro no expresan nada, y por tanto, se dan a multiples interpretaciones. Flo es como un espejo de tus pensamientos; refleja lo que tu le anadas a su inescrutable rostro.
Pues eso, que Flo llego cargando un rifle, y se dirigia hacia donde estaba el oso. Le acompanaba otro ilustre caballero, tambien con su rifle y con un paso mas desenvuelto y decidido. Era Stuard, el cazador.
A Stu no se le puede describir asi como asi, hay que verlo. Ronda los cuarenta, metro ochenta y cinco o quiza mas, jamas lo veran sonreir. Lleva un bigote en forma de herradura que cae por ambos lados de la boca hasta la barbilla, de color rubio pelirrojo.
Stu si tiene expresion en sus ojos y en su rostro; expresa psicopatia. Un ojo azul cielo gelido y profundo, una cara de depredador; huesuda, de barbilla prominente, de piel seca, blanca e inequivocamente rural. Stu es empleado del rancho. Desconozco cual es exactamente su ocupacion, pero parece que su especialidad en hacer de guia a los grupos de cazadores que aqui vienen. Lleva una gorra roida y ronosa desde que se levanta hasta que se acuesta. No se la quita ni en la mesa. Divorciado, con dos gemelos bivitelinos de nueve anos. En su tiempo libre les ensena a cazar osos y, cuando no hay nada que cazar, con la poquita gracia que Dios le dio, intenta algun acercamiento infructuoso hacia la filipina. Ella se escabulle como puede, como los osos cuando huelen a Stu.
Cuando oimos esas historias sobre un americano que entra en un supermercado con una recortada y mata a todo el que se le pone por delante, todos imaginamos exactamente a un tipo como Stu, no puede ser otro. Stu es el marine loco, el veterano que cuenta historias sobre Vietman, el coleccionista de piel humana y ropa interior femenina, el enterrador de ninos desaparecidos, el vaquero solitario que tiene un bunquer en su casa para cuando estalle la guerra nuclear. Stu encaja en todos estos perfiles.
Pero eso es solo su apariencia. A todos nos cae bien Stu. Basta unos minutos de conversacion con el para darse cuenta de que detras de su semblante asesino, se esconde simplemente un hombre timido y de escasas habilidades sociales, rudo y falto de refinamientos y aderezos. Y nada mas.
A lo que ibamos. Los dos personajes del western que aqui les presento, acercan su iris azulado al objetivo de sus rifles, cada vez mas cerca del oso. Bum, bum! El primero en disparar es Stu. Masculla su habitual adjetivo varias veces: fucking...fucking...fucking..Su intencion es asustarlo disparando cerca. No puede matarlo, esta prohibido dentro del rancho. Flo camina en la retaguardia, intentando emular el temple de su companero. Bum, bum! dice el rifle de Flo mientras el oso ya se aleja de las basuras. El oso salta una defensa y se mete donde pastan los caballos. El grupo de paparazzis le sigue al trote cochinero y se coloca en otra valla. Los caballos, al ver al oso cruzar su territorio, se agrupan todos formando un circulo compacto, mirando al animal. Stu salta la valla y corre hacia el centro del campo. El cowboy disfrazado le sigue, a pocos metros de distancia. Los paparzzis gritan animando a Stu. Flo sigue adelantandose por la derecha. Stu vuelve a cargar su rifle. El oso corre hacia la siguiente defensa, cada vez mas rapido. Stu vuelve a disparar, primero cerca de la valla que el oso pretende saltar, despues al cielo. El oso salta la valla y deja el area del rancho. De un salto se pierde entre la espesura del boque. Fucking...shit...fuck! El aire con olor a polvora trea consigo estas maldiciones de Stu. El cowboy de atrezzo hace lo propio en su lengua.
Al poco, los animos se calman. El peligro se aleja y ya nadie ve al oso.
- What happen?- dice una alemana que al oir los tiros salio de su tienda sin haberse enterado de nada.
- Bear. - dice Stu con su rifle en el hombro y sin mirarla a la cara.
Despues, el y Flo se marchan camino abajo, dirigiendose al campamento base, perdiendo sus siluetas en la lejania, en aquel polvoriento y soleado camino del oeste americano.
THE END
3 comentarios:
Nada mal esta historieta; casi a la altura de la anterior, que pese a tener 0 comentarios de tus ávidos lectores, emula el universo nothombiano con singular maestría
;-). Por cierto recomendación al aparato, cuando escribas ñ, escríbelo como ny, como brindis a la nación que te vio crecer. Stu es mi ídolo: la verdadera foto paparazziana es su cara de Clint Eastwood al decir Bear a la sorprendida guiri chancletera. Esperamos como agua de mayo nuevas aventuras de Tintín en la selva, ahora que ya tenemos el universo personal y contextual en el que sus huesos han ido a parar.
Gracias por su opinion. Espero que se divierta con mis multiples aventuras que voy a ir contando fielmente a mis avidos lectores. El sabado me voy de Chilcotin, asi que conocere otra saga de personajes, para deleite del personal. Respecto a lo de la letra que aqui no puedo escribir y que caracteriza nuestra lengua y nacion, mejor la hago a la portuguesa, o sea, sin matarla y descuartizarla con la "ny", sino utilizando la "nh" para seguir con la fiesta sin protestas.
Bueno, bueno, bueno señor Alpaca. Sepais vos que hes estado siguiendo vuestras peripecias por tan silvano paraje desde que decidisteis abandonar la comodidad y felicidad autosugestionada del urbanita.
Me alegra que vuestra merced cumpla cunando no supere, las altas expectativas de vuestra empresa. A la espera estoy, con grandes ansias deleitarme con vuestros pasajes literarios que hagan referencia a alguna divouska llorona y a su periplo en busca de un verdadero drugo que la haga sentirse mujer por primera vez en su vida.
Por el resto desearos que vuestras vivencias os marquen cual aventurero colonialista fascista y encontreis la senda que estais con tanta vitalidad, intentando otear.
Desde el viejo continente y en la comodidad de mi sillón y un acceso permanente a Internet y por ende a porno de calidad.
Señor Coperfield
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