Escribo estas lineas a treinta metros de la playa, es decir, sobre la cama de mi habitacion. Hago tiempo mientras vuelven los propietarios de esta casa de madera de dos plantas, que en Espanha seria considerada casi una mansion. Hoy nos han dejado solos. A mi, a un aleman, a su novia canadiense y a una chica de Minnesota.
Este lugar es un autentico paraiso natural. Hace unas horas me estaba banhando en la playa que tenemos justo delante. Una gozada. Imaginense una playa desertica con kilometros de costa donde no hay absolutamente nadie, porque aqui solo hay tres casas. El agua, por estas fechas, se mantiene a una temperatura casi mediterranea, y el fondo del mar esta lleno de almejas y ostras vivas y son tan grades como mi mano. El mar parece un inmenso lago. Aqui no hay oleaje porque la costa esta flanqueada por varias islas. De modo que, desde la playa, ves la siguiente isla extendiendose de norte a sur varios kilometros. Esa es la isla Kuper. Una isla en la que, segun me dice Glenn (el propietario de la casa)solo viven indios. La isla, como todas las demas que ves desde aqui, parece deshabitada porque solo se ve en ella un frondoso manto verde formado por gigantescos arboles, dejando desnudos unos pocos metros de arena y rocas antes de hundirse en el mar.
Al banharnos utilizamos unas zapatillas especiales porque no es arena lo que pisamos, sino fauna y flora marina tan inmaculada y virgen como en tiempos de Colon. Hay miriadas de cangrajos de todos los tamanhos que corretean por la arena y se ocultan bajo las conchas al descubrir nuestra presencia, peces que se escabullen entre las piernas y zigzaguean entre las algas, caracoles marinos del tamanho de un punho. Aqui el agua no es muy salada, quiza por todos los rios que vienen a desembocar de cada una de las islas.
Cuando estoy en el agua, miro a la orilla y me encuentro un ciervo mirandonos, escondido bajo un frondoso cedro de ramas que rozan el suelo. De tanto en tanto las aguilas y otras aves se acercan al mar en vuelo raso para pescar, muy cerca de nosotros. Descienden en picado desde gran altura y, haciendo un vuelo en forma de U, se acercan al agua hasta volar a menos de un palmo de la superficie durante varios metros, rastreando el fondo marino en busca de alimento, y despues vuelven a elevarse.
Despues del banho vuelvo a casa. Subo las escaleran y me doy una ducha. Despues me tumbo en mi cama, una cama de matrimonio en medio de una habitacion de unos veinte metros cuadrados para mi solo, con un amplio ventanal con unas vistas espectaculares. Mi habitacion, al igual que toda la casa, esta abarrotada de libros, eso hace mas expansivo mi deleite estetico. Katherine, la senhora de la casa, comparte mi patologia: colecciona libros. Es imposible contarlos, pero no exagero si digo que tiene mas de tres mil. Me paso mucho rato leyendo los titulos de los libros. Al parecer, Katherine es una mujer inteligente (estudio biologia y economicas) y, por las conversaciones que he tenido con ella, puedo decir que la mujer sabe. Pero parece que Katherine no distingue entre buena y mala literatura, segun veo. En la misma estanteria te puedes encontrar a Faulkner pegado a Dan Brown, o puedes sufrir con la vision terrorifica de un Garcia Marquez compartiendo estante con Louise Hay. Katherine es una mujer timida. Lo fue mas, estoy seguro, en su juventud. Ahora ya es una mujer de mas de sesenta y cinco, y a esta edad las verguenzas pierden su tersura juvenil. Pero incluso a su edad, uno se da cuenta de que fue de aquellas que miraban el mundo a traves de la ventana, siendo mas espectadora que protagonista de la vida. La gente como Katherine busca una alternativa a la vida y, en esa busqueda, muchos son los que se pierden por caminos laberinticos de dificil retorno. Esas ganas de buscar algo mas y a la vez apartarse de la vida - en la que Katherine se siente incomoda -, le han llevado a anhadir, a su nutrida coleccion de libros, una masa informe de libros de autoayuda, curacion, pseudo-psicologia, magia potagia para la bruja que hay en ti, y todas esas porquerias que no sirven para nada. Entre los titulos mas sorprendentes que he descubierto mientras fisgoneaba por donde no debia, debo destacar los siguiente: La bruja verde que hay en cada mujer, Las normas de los perros y de los gatos, El ajo es vida, Como ser millonario en 10 pasos, Neem: el arbol que resolvera los problemas del planeta, Como conseguir lo que quieres y valorar lo que ya tienes, Hijos fuertes con el aguacate, Como conseguir que tu gato sea un gato de etiqueta, Comprender a tu pareja. Estos son algunos de los que me vienen a la cabeza ahora mismo, pero hay muchos mas. Katherine no come lo mismo que nosotros, tiene su comida especial. Probablemente, despues del almuerzo, no se haga una simple siesta cuando sube a su cuarto, sino algun ejercicio de relajacion pseudo-espiritual que habra leido semanas antes en el ultimo libro adquirido. No podia faltar el kit de supervivencia de flores de Bach y su mapa plastificado en la pared que explica el cuando, el como y el por que de la ingesta de tal plantita cuando sufres mal de amores, que se traduce somaticamente en un pinchacito en el dedo gordo del pie derecho.
Un neurotico, si no consigue dejar de serlo, jamas resuelve su vida por mucho libro que se trague, pero quiza ayude eso de "poner un neurotico en tu vida", sino, preguntenle a Glenn.
Glenn es el patriarca de la casa. Glenn es un tipo normal, tan normal que aburre. Es tan normal que ni lee. Probablemente es el quien, arrastrado por las normas de su neuro-esposa, lleva una vida ecologico-pseudo-mistica que le va muy bien. Katherine le ha ensenhado a comer sanamente, hace tai chi con ella, procura consumir comida ecologica y, de vez en cuando, nos cacarea el resultado de algun estudio hecho en alguna de esas universidades que no conoce nadie sobre los beneficios del apio recolectado en cuarto creciente y cosas asi. Evidentemente todo esto se lo dicta Katherine, quiza en esas largas noches de invierno en la cama, cuando la prostata y la menopausia dejan paso a actividades reposadas. Glenn es el autentico beneficiado de las preocupaciones de Katherine, no ella.
La pareja parece sana y llevan una vida feliz. Glenn es un hombre activo que no para quieto en su jardin y trabaja lo mismo que nosotros. Corta zarzas y las apila con un rastrillo, corta el cesped con su tractor, fumiga los arboles frutales (con pesticida ecologico, claro), pasea al perrito por aqui y por alla, etc.
Se esta bien en esta casa. Aqui, entre verdaderos angloparlantes, mejoro mi ingles dia a dia. Como dije, esto es paradisiaco: playa solitaria, jardin con mil flores y unos patos que te siguen siempre alla donde vayas, silencio absoluto, un pueblo a tres kilometros, y por las noches durmiendo con edredon porque refresca. Se puede pedir mas? Katherine pidio mas y fracaso, asi que yo me conformo con esto.
martes, 8 de julio de 2008
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